jueves, 14 de febrero de 2013

India, del mas humilde serivicio a la mas dulce devocion.



¿Que lleva a una persona dejar las comodidades del hogar para ir al otro extremo del mundo a cuidar enfermos? ¿Qué lleva a una persona a recorrer cientos de kilómetros para adorar la imagen de una deidad? En Bengala del Este, en India, se cruzan estas dos imágenes en una ruidosa y cotica Calcuta. Kolkata como la llaman sus habitantes era la ciudad que mas quería evitar de la India. Es sabida la pobreza de sus calles, la suciedad, el tráfico y el calor. Pero también es hogar de humilde Fe y Servicio. Muchos visitantes vienen a recorrer los atractivos turísticos de esta antigua ciudad, otros vienen a vivir un mundo de amor en el servicio al prójimo y yo vine a descubrir porque no quería venir.

 Amanecer llegando a Calcuta


Deje atrás el sur y llegue a la ciudad de Puri sobre la bahía de Bengala. Puri es una de los principales destinos de peregrinaje de la India y es conocido como “Jagannath Dham”. Dice la tradición hindú que hasta aquí vino Prabhu JagannathVishnu o el Senor del Universo – junto a su hermano Balaram y su hermana Devi Subhadra a realizar adoraciones y penitencia. También fue hogar en sus últimos anos de vida del santo Chaitanya, quien ensenara el sacrificio o sagrado oficio de la devoción. La ciudad esta bendecida con unas serenas playas y sus calles poseen una alegre y tranquilo ambiente. El templo principal de Sri Jagannath es de acceso solo para hindúes pero visitar sus alrededores, bazares y mercados es una experiencia grandiosa.

  calles de Puri.


A pocos kilómetros de Puri se encuentra la ciudad de Konark. Su nombre deriva de “Kona”, esquina o rincón, y “”Arla”, Sol; y en ella se encuentra el imponente Templo del Sol construido en el siglo 13. Todo el complejo fue diseñado como un enrome carruaje de Surya, el Dios del sol, tirado por siete caballos representando los 7 días de la semana y con 12 ruedas de piedra tallada representando los 12 meses del año.

 Templo del Sol. Konark.



Llegue a Kolkata muy temprano en la mañana con el Sol esforzándose por atravesar la espesa neblina mezclada con mucha polución y humo de alguna fogata para resistir el frio matutino. A medida que el ten avanza dejando atrás el campo y adentrándose en la ciudad, se empieza a percibir esa imagen tan comentada de los slumg o barrios pobres, mucha gente viviendo en las calles entre la basura y animales sueltos. Claro que en todas las ciudades del mundo, los bordes de las vías ferroviarias esconden la miseria que no deseamos ver ni mostrar, pero en  Kolkata la imagen es desoladora. Contrastantemente, como en toda India, en esos mismos lugares es donde se encuentras las sonrisas mas picaras y divertidas de los niños jugando, las miradas tímidas y curiosas de las mujeres y las risotadas y alaridos de los hombres mientras se bañan en los baños públicos en la calle ante la vista de todos. Esta escena se completa con las infaltables vacas, cabras, perros y monos dando vueltas libremente;  los olores desagradables de basura, agua estancada y excremento con dulces perfumes de incienso, flores y todo tipo de comida; los fuertes bocinazos de autos, buses, rikshaw y motos, con las dulces melodías de la música hindú y los cantos de mezquitas y templos llamando a sus devotos. Todo eso es Kolkata y aunque muchas veces es una experiencia abrumadora, también lo es encantadora y cautivante.


 Calles de Kolkata
Luna llena en Kolkata



La ciudad también cuenta con magnificas construcciones antigua de la época de la colonia británica, museos, monumentos, hermosos parques y jardines; pero una sola cosa atraía mi interés. La obra de la Madre Teresa. En su casa central todas las mañanas se juntas decenas de voluntarios de variadas nacionalidades para la misa del comienzo del día, el desayuno y luego salir a alguno de los tantos centros a realizar servicio. A los mas alejados se llega por medio de buses, trenes y metro, pero a los mas afortunados nos toco un centro llamado Prem Dham que se llega caminando a través de los mismos slumg que venia desde arriba del tren. A medida que avanzamos los niños y personas nos reciben con saludos, abrazos, risas y alegría; al llegar al centro el mismo recibimiento de parte de los internados y a trabajar. Al principio no entendes nada; las hermanas son pocas y no dan abasto y los voluntarios mas experimentados te orientan un poco en las tareas: limpias, lavar, secar, atender a los enfermos con masajes, asearlos, servir la comida, limpiar, lavar, secar y volver a empezar. Las hermanas tratan a los enfermos mas graves y hacen las tareas mas duras mientras que nosotros apenas ayudamos un poco, cuando en realidad somos los mas ayudados. ¿Qué lleva a tantos voluntarios a venir? Claro que el ejemplo titánico de la Madre Teresa impulsa a ello, pero dejar todas los beneficios y comodidades para día tras día servir a los mas necesitados no es una cosa simple. Algunos dicen que quieren hacer algo útil por los demás , quieren afrontar la situación de ayudar a los mas desamparados o buscan conocerse, experimentar algo distinto y muchos hasta vienen sin razones claras; pero todos están buscando algo que no saben identificar bien.  Todos coincidimos en algo: hay un antes y un después luego de realizar estas tareas. Es muy difícil explicar la experiencia, el secreto reside en hacerlo, en vivirlo en carne propia: dar sin ningún interés de recompensa. Los hindúes llaman al servicio desinteresado “Seva” o “Karma Yoga” – el menos difundido de los Yogas…porque será? – y lo prescriben como una practica purificatoria necesaria para conocer a Dios. Jesus predicaba: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y esa pequeñita personita pero de enorme corazón conocida como Madre Teresa encarno el oficio de la Caridad como ninguna otra. Su objetivo era ayudar a los desamparados, a los más necesitados, con un lugar donde dormir, un plato de comida y un abrazo de amor. Y así lo hizo; desde las mas desoladora situación, en soledad y silencio, con una firme Fe y convicción, erigió una obra que ayuda a montones de personas: a los necesitaos y a los voluntarios. Porque el servicio desinteresado y voluntario transforma, disuelve todo el miedo convirtiéndolo en puro amor, y eso lo ves reflejado en las caras de los voluntarios y las Hermanas de la Caridad, siempre sonrientes, alegres, vigorosas, incluso luego de toda una jornada de arduo trabajo en condiciones a veces muy precarias e intensas física y emocionalmente. Fe, Oración y Caridad son los grandes pilares del ser humano explicaba la Madre Teresa; porque nos permite trascender una existencia a veces triste y dolorosa, y fundamentalmente, abrirnos a la posibilidad de servir a algo mas grande que nosotros mismos.


Centro Prem Dham del Hogar Madre Teresa de Kolkata



De la ruidosa Kolkata fui al tranquilo pueblo de Mayapur a orillas del sagrado rio Ganges y rodeado de campos y arrozales. Invitado por una pareja de argentinos que conocí en Puri, Maha Sundari y Suklan, fui al centro de Isckon fundado por Sri Prabhupada para la difusión de la Conciencia de Krishna. Tuve la suerte de ser hospedado dentro del centro en la casa de Ishvari y vivir una experiencia inolvidable. Mayapur es un importante lugar de peregrinaje por ser el lugar de nacimiento de Chaintanya y de muchos otros santos devotos de Krishna. Cuenta con casas, guesta houses, biliotecias, escuelas, centros de estudios, bancos, comedores, un magnifico templo-museo de Sri Prabhupada y el templo principal donde desde muy temprano se realizan ofrendas, canticos y oraciones a Krishna con las mas dulce, alegre y amorosa devoción que he visto y vivido.

Centro Isckon. Mayapur.
(en este link pueden ver imagenes y videos online)



Campos de arroz en Mayapur




Cualquier estadía es corta aquí y Mayapur se convirtió en el primer lugar de India que me entristeció dejar atrás; no solo por los amigos y personas tan lindas que conocí, sino fundamentalmente por la atmosfera de pura paz, alegría y devoción fluyendo en cada rincón y cada saludo. Que maravilloso regalo debe ser nacer con el don del Amor a Dios y compartir una vida de fervor con otros. Si uno se predispone con una mente abierta, sin prejuicios y un corazón bondadoso, India otorga la posibilidad de ver y sentir esa experiencia. Después solo resta agradecer, aprender y seguir caminando transformado por la aspiración de alguna vez ser digno de tan pura fe y humilde servicio.

Atardecer en el sagrado rio Ganges

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